Iniciativa permite realizar una serie de acciones para evitar desordenes durante este procedimiento de velorio y posterior sepultura de una persona.

Este miércoles 28 de mayo entró en vigencia la Ley N°21.717 que regula los funerales de alto riesgo. Normativa que busca prevenir situaciones que puedan alterar el orden público, especialmente en ceremonias vinculadas al crimen organizado.
El delegado presidencial provincial de El Loa, Miguel Ballesteros precisó que “Esto es un paso fundamental para contribuir a recuperar la seguridad y la tranquilidad de los vecinos donde se generan este tipo de funerales”.
La autoridad provincial agregó que “esto va a demandar una coordinación intersectorial que va a estar liderada por los delegados presidenciales y que convoca a las policías, a la Fiscalía, a Gendarmería, el Servicio Médico Legal y los centros de salud para, de esa manera, poder establecer vía Resoluciones cuáles son aquellos funerales de alto riesgo que requieren un abordaje del Estado, para que no alteren ni el orden público, ni la seguridad, ni la tranquilidad de las personas”.
El prefecto de Carabineros, coronel Oliver Matteo manifestó que “a nivel institucional hemos recibido también capacitación y hemos realizado las coordinaciones también con la autoridad administrativa para poder ya comenzar a trabajar en el contexto de esta ley”.
Además, el oficial de Carabineros explicó que “como herramientas principales, nos da la posibilidad de poder, en forma acotada, en no más de 24 horas que se desarrolle el funeral de una persona fallecida que tenga este contexto. Nosotros como institución policial tenemos una vez detectada y levantada esta información tenemos un plazo de dos horas para poder hacer una informe de factibilidad a la Delegación y conceptualizar este escenario como funeral de alto riesgo”.
Asimismo “ la ley nos faculta para determinar ciertos controles, tanto en el inicio, en la ruta, definir rutas, incluso en los cementerios, también poder prohibir el ingreso de elementos prohibidos y hacer determinados controles preventivos a estas personas que participen del funeral. La ley también otorga penas que van desde los 541 días a tres años, por lo tanto esperamos que esta sea una herramienta importante para poder reducir los tiempos de funerales principalmente y de velorios que muchas veces ocurren por varios días y con una situación que perjudica y que da una sensación de inseguridad a los vecinos”.
En definitiva, “vamos a poder resguardar, controlar y, sobre todo, fiscalizar que aquellos funerales que son de alto riesgo, definidos así por la pauta técnica y resuelto así por esta autoridad administrativa no genere alteración a la vida de las personas”.
Es así que, la entrada en vigencia de la Ley de Funerales de Alto Riesgo representa un paso fundamental para contribuir a la seguridad de las personas, ya que protege a las comunidades frente a actos que alteran la paz social y el orden público, muchas veces vinculados al crimen organizado.