Con estas son seis las especies que se encuentran en la región de Antofagasta, incluyendo la “Ranita del Loa”.
Al igual como tiempo atrás causó sorpresa el hallazgo de especies de la “Ranita del Loa”, ahora ocurrió algo similar con el redescubrimiento de la rana de Hall (Telmatobius Halli) , de la cual no se tenía mayores antecedentes desde 1935, lo que valió el título de “especie fantasma”. Luego de más de ocho décadas, investigadores la encontraron en un afloramiento de aguas termales en las cercanías de Ollagüe.
Actualmente se conocen 63 especies de ranas acuáticas altiplánicas que pertenecen al género Telmatobius, las cuales habitan en los Andes, desde el sur del Ecuador al norte de Chile y Argentina. Muchas de ellas son microendémicas, restringiéndose a hábitats muy reducidos, como pequeños cursos de agua superficial (vertientes y riachuelos), y en afloramiento de agua subterránea.
Hasta hace poco tiempo atrás, se planteaba la existencia de cinco de estos anfibios de anuros en la región, aumentando con este reporte científico a seis, como son: Telmatobius dankoi(ranita del Loa), que es una especie solo conocida en un arroyo cercano a las cascadas en el río Loa, completamente acuática, habita en un arroyo que se caracteriza por presentar aguas oxigenadas, altas concentraciones de sales y pH ligeramente alcalino. Se sabe que se alimenta principalmente de pequeños crustáceos y caracoles acuáticos, y se presume que su reproducción seria continua durante el año. Está catalogada como en peligro de extinción producto de la desecación reciente de su hábitat (2019), y se le considera como el vertebrado más amenazado de Chile.
Además de la Telmatobius philippii (rana de Philippi), es una especie solo conocida en las quebradas de Amincha y del Inca, en las proximidades de la localidad de Ollagüe, completamente acuática, y que habita en arroyos poco profundos y altamente oxigenados, cuya dieta y reproducción son desconocidas. Al igual está catalogada como en peligro de extinción, y sus principales amenazas se relacionan con su distribución restringida y extracción de agua, ya que la quebrada del Inca fue entubada para usar las aguas de ella, lo que hace suponer la extinción de la población que habitaba en este sitio.
Telmatobius fronteriensis (rana de la frontera), que es una especie solo conocida en la localidad de Puquios, a 15 kilómetros al noreste de Ollagüe, completamente acuática, habita en un pequeño arroyo poco profundo, altamente oxigenado, con baja cantidad de sales y que luego de recorrer unos pocos kolómetros pasa hacia Bolivia, donde debería estar presente. La dieta se compone de insectos acuáticos y su reproducción seria continua durante el año. Está catalogada como en peligro de extinción, y sus principales amenazas se relacionan con su distribución restringida y potencial extracción de aguas.
Telmatobius vilamensis (rana de Vilama), que es una especie solo conocida en la localidad de Vilama, a 6.5 kilómetros al noreste de San Pedro de Atacama, completamente acuática, habita en el estero Vilama, arroyo de poca profundidad, altamente oxigenado, con baja cantidad de sales y pH ligeramente alcalino. La dieta es desconocida y su reproducción seria continua en el año, y está catalogada como en peligro de extinción, donde las principales amenazas se relacionan con su distribución restringida y extracción de aguas. En el año 2016, un gran aluvión destruyo el único sitio donde era conocida.
Telmatobius cf philippii (rana del Salar de Ascotán). Aún no hay claridad respecto a la identidad taxonómica de la especie de rana que habita en los salares de Ascotán y Carcote, en las cercanías de la localidad de Ollagüe, completamente acuática, en sectores con niveles altos de sales, pH alcalinos, aguas oxigenadas y con cobertura de plantas acuática. Está en vertientes y surgencias de los salares, y la dieta está constituida por microcrustáceos, caracoles acuáticos e insectos acuáticos. Este anfibio se reproduce en primavera y verano, sus larvas tardan varios años en metamorfosear. Y por ser aún desconocida no ha sido catalogada en cuanto a su grado de amenaza. Sin embargo, la extracción de aguas desde el Salar de Ascotán podría ser la principal problemática que enfrenta de este anuro.