Sin miedo a la mostaza negra partió la siembra del dulce y tierno choclo calameño.
Dando gracias a la tierra y a sus ancestros, Ivan Plaza, agricultor del sector Cobija de Calama, comenzó la siembra del tradicional choclo calameño. Una tarea que parece simple, pero que necesita dedicación y gran trabajo, sobre todo en la fase de preparación de suelo. Etapa fundamental para el buen establecimiento de los cultivos, por sobre la maleza Mostaza Negra que restringe el crecimiento de los cultivos tradicionales.
En el caso de Iván Plaza, la preparación de suelo partió hace varios meses, primero con la incorporación de los rastrojos de maíz a la tierra y además, con la incorporación de cartón al suelo. Esto entrega nutrientes al terreno que es fundamental antes de la siembra.
“Nosotros sembramos en este mes de septiembre a veces pasado el 18, dependemos también del clima. Cuando está muy helado demora en salir el maíz, se demora a veces 15 días, pero cuando empieza a abrigar el maíz sale a los 11 días 10 días empieza a reventar y empieza a salir para arriba. Pero depende todo del clima.”, comentó Iván Plaza, que espera cosechar las primeras mazorcas a fines de febrero.
En el marco del Programa de Extensión, con enfoque territorial, para el manejo y Control de la Mostaza Negra, se ha realizado un acompañamiento constante a los productores. Entregando distintas recomendaciones que permitan controlar la maleza, desde la preparación de suelos hasta la cosecha, utilizando técnicas variadas, para conseguir que los cultivos superen a la maleza.
“El trabajo ha sido intenso, porque hemos ayudado a limpiar los terrenos con nuestra empresa de operarios, diseñamos un plan personalizado para cada uno de ellos y ahora que llegó el momento de la siembra seguiremos avanzando en conjunto para controlar la maleza entre sus cultivos. Queremos que internalicen cada una de las recomendaciones para que estas prácticas se transformen en su trabajo habitual”, comentó Bárbara Vega, directora del programa que ejecuta el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) con fondos del Gobierno Regional de Antofagasta.
Por su parte, Patricia Videla, encargada de la oficina técnica Calama de INIA, explicó que el proceso de siembra depende de cada agricultor.
“Luego de la siembra nosotros esperamos, sobre todo en terrenos que tienen una alta infestación de la maleza, que haya un rebrote de ella. Por lo tanto, la recomendación es realizar aplicaciones de algunos productos selectivos que no le hacen daño al cultivo, pero sí dañan a la maleza”, indicó la agrónoma, quien además señaló, que si la maleza aún está presente, pese a las aplicaciones se debe hacer extracción manual de esta utilizando por ejemplo el azadón de rueda para la entre hilera del maíz.
Ahora sólo queda esperar hasta fines de febrero para comenzar a disfrutar del dulce y tierno choclo calameño, en paralelo los productores seguirán combatiendo a la Mostaza Negra arrancándola manualmente o con azadón de rueda para impedir su crecimiento entre hileras.