Los precios van de los $3.500 a los $8.000, dependiendo de la cantidad que las personas quieren adquirir para la celebración de Fiestas Patrias.
Al igual como en años anteriores, el reconocido comerciante y productor de la tradicional chicha de San Felipe, Armando Martel, está instalado desde hace varios días en el Terminal Agropecuario de Calama, donde además ofrece el pipeño y granadina para preparar los típicos terremotos y también el vino añejo para acompañar los asados dieciocheros.
Para este año, los valores son de $3.500 por los dos litros de chicha o pipeño y de $8.000 por el bidón de 5 litros de cualquiera de ambos productos, a diferencia de otros comercios que están entre los cuatro o cinco y los diez mil pesos por la misma cantidad. Además de contar con granadina a $4.000 y también vino añejo a $7.000.
A diferencia de años anteriores, los clientes no pueden degustar de este producto tan típico para conmemorar la independencia nacional, ya que de acuerdo a los protocolos sanitarios, todos los compradores deben de adquirir el brebaje en bidones cerrados para evitar cualquier tipo de emergencia sanitaria originada por el covid.
Para nadie es un misterio que en las últimas ocho paradas militares efectuadas en la última década, incluyendo la del 2019, ya que del año pasado fue suspendida por la pandemia del coronavirus, el Club de Rodeo Gil Letelier de Chile, ha optado por una fábrica artesanal de la localidad de San Felipe de la región de Valparaíso para abastecerse de este brebaje que resulta tan tradicional para celebrar las Fiestas patrias.
Desde un tiempo a la fecha, el terremoto se ha transformado en un trago tradicional chileno. Este brebaje fue creado a fines del siglo XX, pudiendo reconocerse como un derivado del ponche a la romana, y el nombre se debe a que fue inventado tras el movimiento telúrico de Chile en 1985.
Y si bien su origen no está confirmado del todo, y muchos se adjudican su creación, esta bebida alcohólica ha sido ampliamente popularizada en la cultura popular chilena por los bares La Piojera, Rincón de los canallas y El Hoyo.
Cabe señalar que el pipeño, se puede sustituir por vino blanco y espumante a partes iguales, y se debe agregar helado de piña y la granadina. Además dependiendo de la zona, no así en el norte, en algunas regiones de Chile se le mezcla algún licor, como ron, fernet o pisco.