- Cerca de 40 mil niños, niñas y jóvenes en edad escolar abandonaron sus estudios en el último año en el país. De ellos, un 53% son hombres y el 46% mujeres. Más de 7 mil jóvenes desertaron de sistema escolar en 1° medio, nivel con mayor índice de abandono escolar.
En todo el mundo, la prolongada suspensión de clases presenciales generó un profundo impacto en el sistema escolar, y una de las graves consecuencias ha sido la deserción estudiantil de miles de niños, niñas y jóvenes que por diferentes motivos dejaron de asistir a clases.
Hasta el año pasado en Chile existían más de 186 mil menores y jóvenes de entre 5 y 21 años que abandonaron el sistema escolar, y las cifras entregadas este lunes por el Ministerio de Educación reflejan que otros 39.498 niños y niñas no se matricularon en ningún establecimiento este año.
En la región de Antofagasta, la cifra alcanza los 2.066 estudiantes, de ellos 1.108 son hombres y 958 mujeres. Por su parte, el nivel educativo con mayor índice de abandono escolar es 1°medio con 408 casos a nivel regional.
Si bien la cifra es menor a las peores proyecciones efectuadas por el ministerio el año pasado -entre otros por medidas como la Herramienta de Gestión de Contacto, que permitió revincular a 6 de cada 10 niños que habían perdido el contacto con su colegio entre agosto y diciembre de 2020.
El seremi de Educación, Hugo Keith Acevedo analizó la situación respecto a la deserción escolar. “Como Ministerio conocemos la realidad y el desafío que tenemos por delante es grande, es reincorporar a esos 40 mil niños, niñas y jóvenes en edad escolar que abandonaron sus estudios el año recién pasado y retener a quiénes pudiesen desertar durante el 2021 por diversos motivos”, indicó el seremi de Educación, Hugo Keith Acevedo.
Desde el Mineduc se han implementado diversas medidas para mitigar los índices de deserción y lograr retener y reinsertar a los estudiantes que han abandonado sus estudios:
- Sistema de Alerta Temprana (SAT): Instrumento que, a partir del análisis de diversos datos administrativos (educativos, socioeconómicos y familiares, entre otros), identifica estudiantes de 7° básico a 4° medio en mayor riesgo de deserción escolar.
El director se inscribe y accede a una plataforma que muestra el listado de estudiantes en riesgo, con nombre y apellido, de modo que puede implementar estrategias de retención focalizadas en dicho grupo.
En agosto de 2020 quedó disponible para todos los establecimientos públicos del país, y en noviembre para todos los particulares subvencionados. En abril se habilitará nuevamente, incentivando con especial fuerza su uso en aquellos colegios con mayor concentración de estudiantes en riesgo de exclusión escolar.
- Herramienta de Gestión de Contacto: Instrumento que permite levantar información sobre la situación de cada estudiante y visualizarla de manera simple, en el contexto de educación remota o híbrida. El director descarga mensualmente una planilla con la matrícula del establecimiento, y, una vez recabados los datos requeridos para cada alumno, carga la planilla de vuelta en el sistema. Automáticamente, recibe un reporte que resume la información levantada, identifica estudiantes desconectados y entrega líneas de acción.
3) Reinserción escolar
- Reinserción oportuna: En abril de este año, y en conjunto con J-PAL, se enviarán mensajes de texto y WhatsApp a los apoderados de quienes: (i) estaban matriculados el 2020 y este año se encuentran fuera del sistema o (ii) postularon por el SAE y, pese a quedar seleccionados en un colegio, no han concretado matrícula. En esta ocasión se ha preparado material que transmite el valor de mediano y largo plazo de la educación, además de una página con el paso a paso para completar el proceso de matrícula.
- Nueva modalidad de reingreso educativo: Tras un arduo trabajo que ha congregado a diversas organizaciones y que lleva más de dos años en proceso de diseño y pilotaje, el Ministerio ingresará un Proyecto de Ley que crea una nueva modalidad educativa, denominada “de reingreso”, que atenderá a aquellos niños,niñas y jóvenes de 12 a 21 años que llevan dos años o más fuera del sistema, o que se encuentran en educación de adultos.