Los tazos, figuras coleccionables, agendas, stickers y juegos de cartas, eran objetos comunes en las mochilas de los estudiantes calameños entre 1999 y principios de los 2000.
El último capítulo de Pokémon cerró las aventuras de Ash Ketchum y Pikachu tras 26 años de triunfos, derrotas, enseñanzas, amistades y una gran influencia en la vida de millones de menores alrededor del mundo.
Tras el éxito del videojuego en Japón y Estados Unidos, en 1999 llegó a Latinoamérica la serie de la mano de Cartoon Network. Pero, a través de Chilevisión la serie comenzó a convertirse en un fenómeno en el país, y Calama no fue la excepción. La “Tierra de Sol y Cobre” también vivió la revolución de esta franquicia, donde los aficionados observaron y adquirieron tazos, figuras coleccionables, agendas, stickers y cartas en las mochilas de los jóvenes calameños.
Cabe señalar que en la capital de la Provincia El Loa existieron dos locales emblemáticos relacionados con Pokémon, como fueron; el “Gotika” y el “Manga”, los que congregaron a los seguidores de esta franquicia, intercambiando figuras y buscando convertirse en campeón a través de las batallas de cartas. “La serie Pokémon nos enseñó mucho de esfuerzo y de paciencia, siendo una alegría en nuestra infancia, cada triunfo y derrota de Ash la sentíamos nuestra. Sin duda, fue un impacto positivo en mi vida y en la de varios amigos”, declaró el subcampeón del torneo de cartas pokémon Calama 2001, Juan Ángel Torres.
Asimismo, agregó que “aún guardo cartas, figuras y agendas de esa época dorada de la franquicia, que espero poder compartir las buenas enseñanzas de estos personajes, con mi hija Josefa”. Por su parte, Nelson Peña, coleccionista de la franquicia desde el 2003, aseguró que “jugábamos en el medio del desierto pero la serie se convirtió en una de nuestras ventanas al mundo, hicimos grandes amigos y nos dimos cuenta que era posible ser el mejor siempre el mejor jaja”.
“Al estrenarse la primera película de Pokémon en Calama, en el antiguo Cine Municipal, nos regalaron una carta promocional de Mew, la misma que se repartió en todo Chile, ahí sentimos que éramos parte de algo grande, la autoestima se elevaba y eso sirvió para ciertos aspectos de nuestra vida adulta”, finalizó al respecto.
Es importante, destacar que un equipo de investigadores de la Universidad de Standford en California, Estados Unidos, realizó un estudio que revela que los adultos que tuvieron una exposición considerable en su infancia con esta popular zaga, presentan más actitudes en ciertas regiones del cerebro, desarrollando más capacidad a la hora de improvisar, generar estrategias y diversas habilidades blandas, tan necesarias en la actualidad.