En Calama la meta inicial era trabajar con siete agrupaciones y finalmente fueron ocho las que concluyeron el proceso de formación.
Ocho agrupaciones de Calama recibieron sus certificados como agentes comunitarias después de trabajar durante casi un año en el programa de Prevención de las Violencias de Género del SernamEG, en colaboración con la Municipalidad de esta localidad. La iniciativa este año fue rediseñada para obtener un mayor profesionalismo.
Una de las diferencias se condice en que los cursos del año pasado eran realizados en menor tiempo y con escasa incidencia de la ciudadanía para trabajar en temáticas que respondieran a sus reales necesidades, a fin de entregar a la comunidad conocimientos en profundidad para desnaturalizar todo tipo de violencia, identificarla y mitigar su impacto para que no alcance situaciones límites y, así también, promover espacios de diálogo.
Tanto el SernamEG como el municipio se abocaron a trabajar de manera focalizada en gran parte con el área educación. “Me alegra que estén las comunidades educativas acá, porque justamente la Ley Integral contra la Violencia de Género, que entró en vigencia este año, entrega un mandato especial al sector educativo y ese mandato tiene que ver con realizar una pesquisa activa de los casos de violencia de género. Eso quiere decir que estudiantes, profesores, directivos y apoderados estén en condiciones de brindar una respuesta y derivaciones oportunas” sostuvo la directora regional del SernamEG, Gabriela Araya Seguel.
Al comenzar el programa en enero de este año, cada comuna elaboró un análisis de los sectores con mayor recurrencia de actos violentos y es por ello que se priorizó un trabajo con profesionales y estudiantes para aprender a abordar el fenómeno de la violencia.
En el acto, donde estuvo presente además la jefa de programas del Área Mujer del municipio, Brisa Santiago Berríos, recibieron sus certificados el Centro de Alumnas y Alumnos del Liceo América B-10; docentes, asistentes de la educación y apoderados del Colegio Chuquicamata; asistentes de la educación de la escuela básica República de Chile D-54; docentes y asistentes de la educación de Liceo Minero América B-10; docentes, funcionarias y funcionarios del Centro de Formación Técnica Estatal; equipo de convivencia escolar del Colegio Ejército de Salvación Catherine Booth; estudiantes del Centro de Formación Técnica Estatal y estudiantes del Colegio Chuquicamata.
Algunos de estos establecimientos recibieron asimismo el reconocimiento Mi Comunidad Avanza, a fin de destacar el trabajo práctico realizado por estas agrupaciones en los territorios donde están insertos.
En la región este programa operó en Calama y Tocopilla a través de las municipalidades y en Antofagasta estuvo a cargo de ONG Trekan. Tres entidades ingresaron al programa en Tocopilla y siete en Antofagasta. Tanto en Calama y Tocopilla el programa apuntó a organizaciones que trabajaran en el ámbito de las niñeces y adolescencia, debido a que “la labor es distinta al modo de trabajo con poblaciones adultas. Mientras más baja la edad, mayor es la posibilidad de asegurar una educación como agentes de cambio” en palabras de la encargada de Prevención del SernamEG, Giovanna Acosta Díaz.
La directora del SernamEG destacó que Calama es la única comuna de la región que cuenta con la totalidad de los programas en operaciones de este Servicio, desde la inauguración del Centro de Atención Especializada en Violencia de Género en noviembre de este año, y “obviamente si esta red y esta oferta programática está presente en el territorio será más fácil llegar a las mujeres” concluyó.