Menores afectados por la manipulación de fuegos artificiales llevan más de un año de tratamientos en la Región de Antofagasta

Dos de los cuales corresponden a hermanos de Calama.

Un proceso largo y doloroso de recuperación han padecido dos hermanos de 11 y 14 años de Calama, luego de sufrir graves quemaduras causadas por un petardo que manipulaba uno de ellos y comprado lamentablemente, por el padre de ambos en el marco de las fiestas de fin de año del 2023.

El hecho, que ocurrió en el Parque El Loa se produjo cuando el petardo reventó en las manos de uno de los hermanos, afectando gravemente sus manos y el rostro de su hermana quien observaba la acción. Ambos debieron ser hospitalizados, siendo sometidos a cirugías, injertos y curaciones que aún se prolongan hasta el día de hoy, luego de casi 12 meses del accidente.

Así lo dio a conocer el Director del centro de Rehabilitación de Antofagasta COANIQUEM, Juan Urrutia Reyes esta mañana en compañía del Director del Hospital Regional de Antofagasta, Antonio Zapata; el Seremi de Salud de la Región, Alberto Godoy y de la Teniente de Carabinetos Claudia Cisternas, subcomisario administrativa de la Segunda Subcomisaría de Antofagasta, en el marco de la campaña “No más Fuegos Artificiales”, la que tiene por finalidad prevenir la ocurrencia de quemaduras por este agente causal durante las celebraciones de fin de año.

Urrutia destacó que el año 2000 se dictó la Ley 19.860 que prohíbe el uso, compra y venta de fuegos artificiales, lo que implicó junto con las campañas preventivas de Coaniquem, una drástica disminución del 90% los accidentes por esta causa. Sin embargo, los casos continúan, especialmente en la zona norte del país.

Agregó que las estadísticas demuestran que las víctimas de los fuegos artificiales son menores de 14 años tanto manipuladores como observadores en un 56% y 44% respectivamente, comentando que un menor en Arica durante el 2023, sufrió serios daños cuando inocentemente transitaba en la vía pública mientras terceros manipulaban este tipo de productos.

Junto con adherir al llamado de Coaniquem y de las autoridades, el director del Hospital, Antonio Zapata, manifestó que la “primera respuesta a las quemaduras infantiles pasa por nuestra Unidad de Emergencia. Allí nuestro personal médico discrimina si es necesaria la intervención quirúrgica, una hospitalización o su derivación a cuidados ambulatorios”.

En general, manifestó Zapata, el recinto médico debe mantener hospitalizados entre 80 a 100 pacientes pediátricos al año, considerando, eso si, todo tipo de quemaduras, no sólo los fuegos artificiales. En cuanto a las atenciones ambulatorias de menores quemados, al año, el número ronda los 200, detalló.

Por su parte, el Seremi de Salud, Alberto Godoy llamó a los padres y a los adultos a mantener una actitud radical y de constante vigilancia frente a la manipulación de los fuegos artificiales, recalcando que ninguno de ellos es inofensivo y que todos sin excepción tienen el riesgo de provocar quemaduras u otros daños.

«Cuando un fuego artificial se enciende es ingobernable y, por tanto, no se puede predecir su trayectoria con riesgo de producir quemaduras tanto a quien lo manipula como a quien observa de cerca. El daño puede alcanzar inclusive a personas o bienes materiales que estén más lejos», subrayó.

Añadió que la preocupación de los progenitores debe también estar centrada en el uso de los fuegos artificiales no sólo el día de Navidad o Año Nuevo, sino también los días anteriores y posteriores, puesto que las estadísticas revelan que en ese margen también se producen este tipo de accidentes.

“Nadie debe manipular fuegos artificiales, ni menos los niños. Los padres son los responsables de la seguridad de éstos”, insistió. Indicó asimismo que los menores que tienen una condición TEA (Trastorno del Espectro Autista) son especialmente sensibles a los ruidos que provocan este tipo de productos, los que pueden afectar negativamente su estado anímico y emocional.

En la oportunidad, la teniente de Carabineros, Claudia Cisternas, puntualizó que el organismo policial dispondrá de servicios especiales durante estas fiestas de fin de año para fiscalizar la eventual venta de estos productos, destacando la importancia de denunciar su comercialización al fono 133, o al número del cuadrante respectivo.

Esto, con el objeto de proceder a su incautación y a la detención de quienes los ofrecen puesto que la venta de artefactos pirotécnicos o fuegos artificiales está dentro de la Ley de Control de Armas, siendo un delito la vulneración de cualquiera de sus tipificaciones.

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