Innovador producto permitirá mejorar la capacidad productiva de los suelos.
Por más de 15 años, Juana Anza, agricultora de Río Grande, ha luchado contra enemigos microscópicos que invaden sus terrenos y afectan la producción de ajo, su producto estrella. Lo ha intentado todo para controlar nemátodos y hongos, desde la aplicación de productos químicos, pasando por rotación de cultivos, hasta darle descanso a los terrenos por algunas temporadas, pero nada soluciona su problema.
El panorama cambió y ve el futuro con optimismo, porque los ensayos realizados por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), en el marco del programa de Control y Manejo de la Mostaza Negra, incorporando hongos endófitos en una de sus zonas más afectadas da resultados positivos.
¿Cómo actúa? En palabras simples son hongos benéficos similar a un probiótico. Una vez aplicado en los terrenos, ingresa a la planta, fortaleciéndola para que pueda enfrentar de mejor forma el estrés de tipo ambiental y biológico como el ocasionado por plagas y enfermedades, aumentando sus defensas de formas natural, muy similar a lo que pasa en las personas cuando consumen prebióticos en base a bacterias como los lactobacillus.
“Este producto que se aplicó es 100% bueno. Estoy muy agradecida del programa, porque me ha ayudado bastante con la mostaza y ahora con el ajo igual. Fue en una zona muy afectada, el año pasado no conseguí nada ahí, todo se fue a pérdida y ahora está muy bonito, está creciendo”, comentó feliz la agricultora.