Profesores y alumnos cuentan cómo ha sido volver a las aulas con pocos alumnos, mascarillas y otro grupo de ellos conectados de forma remota. Valoran el reencuentro entre compañeros.
Los alumnos de 4to medio de liceos técnicos profesionales fueron los primeros en retornar a sus aulas, a principio de septiembre, debido a la necesidad de aprender, del punto de vista práctico, sobre sus especialidades. Les siguieron, paulatinamente, los alumnos de los establecimientos de Alto Loa y, desde mediados de octubre, las escuelas básicas de Calama retomaron sus actividades con los alumnos de octavo básico. Como sucede hace dos semanas en la Escuela D-54 República de Chile, donde las clases híbridas han tomado protagonismo.
El equipo directivo de Comdes, liderado por el director ejecutivo, Humberto Arraya se ha encargado de inspeccionar este retorno y sus protocolos. “En un 98% de todas las visitas que hemos hecho, hemos encontrado que en los establecimientos hay una gran preocupación, existe un buen liderazgo por mantener las escuelas en muy buenas condiciones. Ya llevamos sobre los 15 establecimientos visitados”, explicó Arraya, quien destacó el entusiasmo de los alumnos y la conectividad de la escuela República de Chile para efectuar las clases híbridas.
“Esperamos que, paulatinamente, el colegio vuelva a la normalidad presencial. O sea, en este momento estamos trabajando con poquitos alumnos, pero luego vamos a ir creciendo. Ya pronto se van a integrar los séptimos años y así sucesivamente vamos a ir incorporando”, dijo Humberto Arraya.
Para la directora de la escuela República de Chile, Lorena Rojas, el retorno no ha tenido inconvenientes, destacando la labor de los profesores en sus clases y a los auxiliares que han realizado todos los turnos de sanitización: recreos y post salida.
La conexión a internet ha acompañado a la escuela junto al uso de herramientas digitales como Google Classroom, donde están alojadas las guías de estudio que utilizan los alumnos que asisten a clases en grupos reducidos. Mientras que otros compañeros están presentes en la desde sus hogares a través de sus computadores.
«Hemos cautelado que no haya desigualdades y que todos tengan las mismas oportunidades de aprendizaje, aun cuando el apoderado decidió que, por seguridad, su hijo permaneciera en la casa”, aseguró Lorena Rojas.
El profesor de Historia de la escuela República de Chile, Johan Ogalde, contó que ha sido impagable reencontrarse con los alumnos, ya que lleva 12 años ejerciendo la docencia. “Los alumnos para mí son como la energía. Uno igual puede estar en la casa saludándolos por la cámara y todo, pero de forma física ellos emanan una energía que es totalmente distinta. Entonces para mí ha sido muy satisfactorio, me ha recargado harto que era lo que necesitaba en este caso», manifestó el docente.
El profesor de música del mismo establecimiento, Rodrigo Valdés, mostró cómo hace las clases híbridas: “Con el retorno de los niños espero que podamos ir trabajando y los puedo usar de ejemplo para transmitirlo a los niños que están en su casa. Tenemos ocho personitas allá en el online y tenemos cinco acá. Esta experiencia ha sido como un letargo, se puede decir, que cambió todo el paradigma de lo que era ser un profesor”.
Jonathan Flores, alumno de octavo básico de la escuela República de Chile, relató que, en un principio, no quería volver a la presencialidad, pero lo motivó el hecho de volver a ver a sus compañeros. “Hay veces que se puede entender mejor cuando estás presencial que cuando estás en línea», dijo el alumno.
Estefani Ardiles, alumna de octavo y presidenta del centro general de alumnos de la escuela República de Chile, contó que está muy feliz por el retorno y que ha notado la preocupación de los docentes y funcionarios sobre los protocolos covid. «De estar seguros lo estamos, porque nuestros profesores y directivos se hacen cargo de que nosotros estemos a un metro de distancia, respetando los espacios y de que estemos seguros, lo estamos. La escuela tiene que ser un lugar seguro en sí, porque es como nuestra segunda casa. Así que como todos somos familia, nos tenemos que cuidar entre todos», comentó.
Las escuelas básicas de Chiu Chiu, Lasana, Ayuina y Caspana han reabierto sus puertas, desde inicios de octubre, con sus alumnos vacunados contra el covid. La profesora de segundo ciclo de la escuela E-20 Nuestra Señora de la Candelaria de Caspana, Constanza Lemus, dijo que era difícil realizar las clases en formato online, debido a la baja conectividad que tiene este poblado. Por ello valora mucho haber vuelto a la presencialidad.
“La presencialidad permite mayor fluidez en los contenidos, el saber cómo lo están pasando en lo emocional cierto que es importante, que en la pandemia igual se pudo haber desgastado. También puedo ver el avance real de los niños, ya que a veces interfieren los adultos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Entonces yo acá veo la realidad en cómo van avanzando y es mejor”, dijo la profesora de Caspana.
Diana Terán (11) es alumna de sexto básico de la escuela de Caspana manifestó que “fue difícil volver, porque estaba más acostumbrada a lo online que presencial, pero ahora estoy más contenta porque estamos con las clases presenciales”.