“Mis compañeros no me hablaban, pero me premiaban por la municipalidad. Nadie quería juntarse conmigo, pero yo me paraba en los podios, yo era menos que algo en el colegio, pero era Paula Cordero afuera”, comentó la destacada ciclista loína y actual estudiante de Terapia ocupacional, quien el 2022 disputará su último año como sub 23.
No fue miel sobre hojuelas la etapa escolar básica de la ciclista loína Paula Cordero, quien en ese tiempo no proyectaba una carrera deportiva tan exitosa como la que ostenta hoy en día, y que vivió un complejo escenario que de alguna forma le sirvió para forjar el carácter del camino recorrido en esta disciplina.
En la actualidad, Cordero es estudiante de Terapia ocupacional en la Universidad Andrés Bello, y en una sincera conversación que tuvo con nosotros nos hizo un breve repaso de sus inicios en el ciclismo, de sus metas, anhelos, y de cómo surgió su pasión por la disciplina que la ha catapultado a muchos podios. De igual forma, la deportista calameña dejó un sentido y claro mensaje que puede ser de mucha ayuda para aquellas personas que quizás hoy están pasando por momentos difíciles, y sufren algún tipo de bullying.
¿Desde cuándo se dedica a esta disciplina y cómo nació su gusto por el ciclismo?
Realizo ciclismo desde finales del 2015, una época muy lejana donde las mujeres eran para las recreativas y el ciclismo de ruta para los amanerados. Ni pensar en entrenadores ni menos nutricionista, era una época bien «uga-buga», te digo todo con que, si usted quería ser bueno haga fondo y fondo, no existe las series, intervalos, no, el fondo es todo, en esa sociedad deportiva empecé yo. El gusto de realizar ciclismo llegó recién el 2018, recién ahí iba a pasarla bien. Uno aprende en qué momento es disciplina, orden y estructura y que momentos son diversión. En el 2015 empecé porque mi papá me dijo «ya vamos», un jueves por la tarde, yo sufría de bullying en el colegio, por ello terminé en el psiquiatra en La Serena en resumen, por depresión. Yo en el colegio era menos que algo, pero en el ciclismo encontré voz, era la única «niña mujer» y lo que yo decía era escuchado, se podría decir que fue mi salvavidas y gracias al trabajo terapéutico más el deporte, salí adelante. Me costó aprender a divertirme porque no lo sé, nunca estuve como «cómoda», yo era lenta, no muy bonita o agraciada, y bueno soy chiquita de porte. Si bien había personas con las cuales uno se lleva bien, yo recuerdo esa época más triste que ahora.
¿Nos puede contar un poco de sus logros en este deporte y cual cree que ha sido la clave para tantos éxitos y podios conseguidos?
Logros que tengan peso para mi es el 2do en el Desafío Trek, el 5to nacional sub 23 y ahora el 10 nacional sub 23. Si bien me he subido a diferentes podios en mi historia deportiva, esos son los que mas me enorgullecen. La clave, bien la aprendí de mi papá. Ser ordenado, educado y respetuoso. La disciplina es lo que te va a llevar a donde tú más quieras, en todo aspecto, deportivo y académico en mi caso. ¿De qué sirve un entrenador o todo un equipo profesional de primer nivel, si no haces los planes, los intervalos, etc?
¿Se dedica o practicó algún otro tipo de deporte?
Desde pequeña hago hartas cosas, ahora más grande me puse fome jajaja. Hice nado sincronizado, danza, vóley, gimnasia artística y rítmica, los que puedo recordar. Competí en vóley por influencia de mi hermano, pero el ciclismo tiene algo más mágico para mí.
¿Cómo afectó la pandemia a su calendario deportivo? ¿Tuvo que adaptarse mucho para seguir entrenando o de plano no siguió con las prácticas?
(…) ufff, a quien no… afectó todo. De repente tenía que hacer intervalos en mi casa, preparación física en mi casa, estudiar en mi casa. De estar andando por la vida, tenía que estar en mi casa, como soy cuadrada seguía entrenando, me mantenía mi sanidad mental aunque fuera hacer 20 minutos arriba de la bici, en el rodillo, pero era “suuupeeeer fomeee”. Después la u se puso muy pesada y entrenar se ponía difícil, además el horario elige vivir sano no era como muy realista para invierno o yo muy cuática por el frío jajaja mis compañeros de equipo sí lo lograron, pero de acostarme a las 2am por la U a las 6:30 a entrenar y después trabajos de la u, no me dio el cuero unas semanas, de ahí me ordené y logré hacer todo de nuevo (…jajaja).
A parte del ciclismo y del deporte en general, ¿a qué se dedica en su día a día y cuales son sus objetivos más importantes en términos generales de su vida?
Soy estudiante universitaria, así que si no estoy en mi bici estoy en el computador estudiando. Mis objetivos son terminar mi carrera por sobre todo, es lo único que me pueden dejar mis papás y tengo el privilegio de tener mis espacios y un buen computador. Gracias a las becas freeport de El Abra tuve acceso a buen material para mi carrera. Como objetivo es siempre enorgullecer a todos aquellos que confían en mí, enorgullecer a mi familia que siempre se la jugó por mí, y mi mayor meta es que mi historia sea un ejemplo a seguir, que a alguien ojalá lo mueva, que sepa que el colegio termina y tu vida está ahí afuera. Mis compañeros no me hablaban, pero si me premiaban por la municipalidad. Nadie quería juntarse conmigo, pero yo me paraba en los podios, yo era menos que algo en el colegio, pero era Paula Cordero afuera.
¿Qué desafíos deportivos tiene por delante? ¿Alguno en especial por el cual se prepare desde ya?
Desafíos deportivos… siempre sueño con vestirme de blanco azul y rojo, y como soy terca, algún día seré seleccionada nacional o campeona, lo que venga primero, me estoy preparando para lo que sea que venga, tengo hambre de competir y de dejar todo aquello que me han inculcado. Desde ya, si el COVID-19 se pone «buena persona», el nacional del 2022, es mi último año sub 23. Está difícil la situación, pero estaré lista.