El equipo de búsqueda activa toma alrededor de 70 muestras de este examen diario y cuentan cómo lidian con la ansiedad que genera la pandemia.
“En este minuto estamos en las zonas donde hay más personas que están positivas, que se llama zona de calor. Por ejemplo, en este sector, por decir un número, se registraron 51 personas positivas versus en otro que solamente hay 20. Y siempre nos colocamos en la calle con toldos y nuestra ambulancia móvil”. De esta forma la odontóloga Abigail Valdivia cuenta cómo, junto a su colega de profesión Stephany Peralta y el kinesiólogo Jean Cortés, trabajan como equipo de búsqueda activa de casos de Coronavirus desde julio de 2020 en diferentes puntos de Calama.
Estos operativos les permiten tomar alrededor de 70 muestras de exámenes PCR diarios, pero para lograrlo se requiere de protocolos de sanitización en la ambulancia y protección personal.
“Nosotros generalmente nos dividimos diariamente. Todos podemos digitar o testear. Normalmente un día a uno le toca testear, al otro día le toca digitar. Es más que nada para no hacer tan rutinario nuestro trabajo, nos vamos turnando”, afirma la odontóloga que en esta entrevista cumplió labores de digitadora, ingresando datos a una plataforma nacional, y otra de la primera y segunda región, de las personas que se toman el examen.
En el caso de la persona que testea porta una pechera plástica que, cada vez que toma un PCR, se remueve. También lleva puesta una trompa con filtros y doble guante, ya que es quien está más cerca de los pacientes que deben bajarse la mascarilla para que le introduzcan el hisopo en la nariz. También se encarga de rotular los tubos con estas muestras y verificar los datos de la persona que ingresan previamente sus compañeros, quienes llevan puesta la mascarilla y elementos de protección personal.
Durante la pandemia han tenido que lidiar con las emociones de las personas, sobre todo por lo que significa el examen en sí. “La gente es muy reacia a este examen, porque es bastante molesto, no es doloroso, pero es muy molesto. Son unos seis centímetros más o menos del hisopo que se introduce por la nariz. Entonces, efectivamente, a la gente no le gusta el examen, la pasa bastante mal y obviamente uno después de tanto PCR que ha tomado ya tiene cierta técnica y hay personas que de repente ni lo sienten”, dice Abigail Valdivia.
La pandemia les ha hecho pasar frío en algunos lugares bajo los toldos y bastante calor al momento de tomar los PCR, debido a las capas de ropa y protección que se requiere. Así como también han tenido que aclarar dudas de personas que, por ejemplo, van con síntomas de Coronavirus, lo que no les permite tomarse el examen en estos operativos móviles, sino que debe hacerlo en un servicio de urgencia.
“Cada uno tiene sus problemas en su vida y ellos exigen que les tomen sus PCR y estos operativos, en particular, se llaman búsqueda activa y el principal objetivo es buscar pacientes asintomáticos, porque ellos si bien no tienen síntomas, sí contagian a la población y existe un gran porcentaje de ellos. Por ejemplo, de 50 muestras son 9, 10 que son positivos y no presentan síntomas”, explica la odontóloga.
La meta semanal a nivel comunal implica tomar un promedio de 530 exámenes, lo que según la profesional se logra complementando el trabajo de búsqueda activa con los PCR que se toman en los Cesfam, el equipo de Seremi de Salud y el apoyo que está brindando Codelco los jueves y viernes con un equipo móvil de búsqueda activa.
Stephany Peralta, odontóloga y parte del equipo de testeo, cuenta que “mi carrera de por sí es una carrera súper solitaria. Entonces esto me hace ser parte de un equipo multidisciplinario, por lo tanto puedo ser de utilidad para la pandemia y para la solución más que nada. La dificultad que tenemos es la alta movilidad de personas que no ha bajado para nada, hay muchos contactos estrechos y muchos casos positivos todavía. Así que yo creo que eso es lo peor”.
¿Cómo se prepara para tomar los PCR? “Se tiene que cambiar la pechera y debajo de los guantes que tengo arriba hay una primera capa con otros guantes que son la base. Esa es la que permanece porque uno va tocando los exámenes ya tomados, el computador para ir registrando, después se lava las manos y sobre eso se cubre con otro guante antes de ponerse la pechera”, explica Stephany Peralta.
Jorge Díaz, trabajador de la construcción, fue al punto de Alonso de Ercilla con Frei Bonn donde trabaja este equipo para tomarse un PCR con Stephany y cuenta que “la empresa me mandó a tomarme este examen y me enteré que estaban aquí por la redes sociales, y sé que hay muchos contagios, pero con esto yo puedo estar más seguro y trabajar más tranquilo donde estoy. Y es un logro que los equipos vengan hasta porque apoyan a la comunidad y a nosotros mismos para ver si estamos contagiados y para prevenir el Coronavirus, y hay que cuidarse y cuidar a los más chiquititos”.